LIBRO DE REGLAS
Autores: Texto 1795. Fernando Marmolejo (aplicaciones y cantoneras de plata). A mediados del siglo XX.
Diseño: Juan Oliver.
El libro de Reglas posee sus cubiertas de terciopelo granate, enriquecidas con aplicaciones y cantoneras de plata, con motivos vegetales y florales. Destacan los grabados de las primeras hojas donde se representan las imágenes del Santísimo Sacramento y la de Nuestra Señora de la Soledad con su peculiar forma de vestir durante el siglo XVIII.
SIMPECADO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD
Autores: Hermanas Trinitarias (bordado) y Fernando Marmolejo (mástil).
Diseño: Juan Oliver.
Fecha: 1942.
Esta insignia quizás sea la más importante que posea toda hermandad, pues representa en sí misma a la Virgen María en cualquier cortejo procesional en la que participe. Es un estandarte notable, generalmente en su realización y tamaño, de antiguo origen y muy desarrollado en Sevilla.
Se dice que pudo tener su origen en la Edad Media, en los estandartes que hacían alusión a la Inmaculada Concepción de María o más particularmente en el primero que sacaba a la calle la hermandad sevillana del Silencio, siempre en defensa del Dogma inmaculista. Por ello, al representar a la Virgen María, siempre debe estar iluminado por dos faroles o cirios.
Existen dos variantes del mismo, uno que acoge el lema “Sine Labe Concepta” (sin pecado concebida), sin ninguna imagen central y otro, el que está presidido por una imagen de la Inmaculada u otra advocación relacionada con la hermandad en cuestión. En el caso de nuestra Hermandad debemos referirnos al segundo caso.
Antes de poseer el actual Simpecado, la hermandad de la Soledad poseyó otros a lo largo del tiempo, de los cuales tenemos noticias sobre todo a raíz de la fusión de la hermandad del Santo Entierro y la de la Vera Cruz. Referencias a los mismos aparecen en los diversos inventarios que periódicamente va efectuado la Hermandad: 1807, 1816, 1820 ó 1870. Como curiosidad reseñar los citados en el inventario de 1807: “un simpecado de laberinto negro y senatus de lo mismo; un simpecado de terciopelo morado…”.
Llegado el año 1940, en un cabildo extraordinario se decide la realización de un nuevo Simpecado. Para su diseño fue designado el hermano y maestro pintor Juan Oliver, siendo encargada su realización a las hermanas Trinitarias, siendo concretamente la hermana Sor Madriné su autora. Fue estrenado en 1942. Está realizada con hilo de oro fino y sedas de colores sobre terciopelo granate, siendo su estado actual no muy bueno, sobre todo en cuanto al tejido base y la seda se refiere.
La pieza acoge la tradicional forma de esta insignia, es decir una parte superior prácticamente cuadrangular, en este caso rematada por un penacho central, y dos caídas en la parte baja, de forma triangular.
La parte central del mismo, contiene un bello lienzo oval de Nuestra Señora de la Soledad vestida de hebrea realizado igualmente por Juan Oliver en 1942. La pintura está firmada y fechada, y representa a nuestra Titular sobre un resplandor y una aureola de doce estrellas de plata, sobrepuesta al lienzo. Durante algunos años, esta pintura fue sustituida por una pequeña imagen de Nuestra Señora de la Soledad ataviada de gloria con atributos de plata. Rodeando el óvalo pictórico, se extiende la decoración bordada. Partiendo de un marco, se desarrolla todo un bello diseño de rocallas (típico motivo del siglo XVIII, como en los simpecados de la Divina Pastora de Santa Marina o el de la Virgen de la Esperanza de la iglesia sevillana de Santiago) y motivos florales realizadas en seda y diversas técnicas, como la hojilla.
Sobre el óvalo aparece el anagrama mariano sobre fondo blanco y rematando la obra, en el penacho, un lucero. Bajo el óvalo se encuentra el escudo de la Hermandad, realizado en sedas y a los lados, en la parte superior de cada caída, un tondo. El de la izquierda acoge el busto de Santiago Peregrino, con todos sus atributos y en el de la derecha tres elementos simbólicos de la figura del apóstol como son, la concha de peregrino, la espada de su martirio (recordemos que le fue cortada la cabeza) y de nuevo, un lucero. Este lucero, no es más que la alusión a la aparición milagrosa del sepulcro del apóstol, ya que fue descubierto hacia el año 813 bajo la señal divina de una lluvia de estrellas, en lo que fue llamado “campus stellae”, actual Compostela.
La obra es de un tamaño considerable y está sostenida por una vara diseñada por nuestro hermano el maestro Oliver y cincelada en metal plateado por Marmolejo en 1942. Su decoración se compone a base de motivos vegetales y veneras muy resaltadas alusivas a nuestro Santo Patrón.
Este singular y bello conjunto es motivo de orgullo de los placeños y es sacado a la calle en diversos momentos del año (Vuelta con los nazarenos del Viernes Santo, Vuelta en la carreta el Domingo de Resurrección y Rosario de la Aurora del día 25 de julio).
GUIONES SACRAMENTALES
Autor: Dolores Cabrera (XIX)
Fecha: Último tercio del XIX el primero; 1995, en segundo.
La hermandad Sacramental de la Soledad y Santo Entierro posee dos de estos estandartes. Bordados sobre terciopelo blanco poseen una estructura rectangular, sobre los que se desarrollan motivos e inscripciones dorados; destacando las figuras del Cordero Místico y el Libro de las Sagradas Escrituras. El decimonónico se encuentra enmarcado, decorando la primera planta de la Casa de Hermandad.
CRUZ DE GUÍA
Autor: Andrés Contreras.
Fecha: 1942.
La cruz de guía es la insignia encargada de abrir el cortejo penitencial del Viernes Santo. Fue realizada en 1942 en el taller del orfebre Andrés Contreras en metal plateado. Fue restaurada en 1999.
Sus bordes son rectos y acoge en sus brazos una decoración vegetal muy sencilla y bellamente labrada, a base de flores y tallos que se extienden por la estrecha superficie. En el centro de la cruz, sobre un blasón o escudo se sitúan los motivos pasionistas de la corona de espinas rodeando los tres clavos de Cristo. De los cuatro ángulos del centro de la cruz parten cuatro resplandores de metal dorado.
FAROLES DE LA CRUZ DE GUÍA
Autor: Taller de orfebrería, Agustín Donoso.
Fecha: Último tercio del siglo XX. Restaurados en 1999. Faroles que acompañan el discurrir de la cruz de Guía durante la estación de penitencia del Viernes Santo y durante el traslado del Santísimo Cristo de los Remedios durante el Vía Crucis y traslado al paso del Santo Sepulcro.
CRUZ PROCESIONAL DE ROCALLA
Autor: Anónimo.
Fecha: Finales del siglo XVIII.
Esta pieza es un bello ejemplo de las cruces realizadas en Sevilla a finales de la centuria dieciochesca. Sobre un sencillo vástago de madera, liso y pintado de rojo, se eleva la cruz de madera dorada. La cruz propiamente dicha apoya en una base a modo de peana, que recuerda un frontón movido y partido. De los cuatro ángulos del centro de la cruz parten cuatro resplandores.
La decoración es típica de la fecha de realización, pues hay muy pocos motivos florales y mucha profusión de “ces”, es decir, el motivo de la rocalla simplificado, ya más cercano a la estética neoclasicista. Pero, como una importante reminiscencia de lo barroco, aparece toda la superficie de la cruz decorada con espejos romboidales, creando un llamativo y bello juego de reflejos.
Esta pieza se usa actualmente para abrir el cortejo del Santo Rosario de la Aurora de la madrugada del 25 de julio.
ESTANDARTE CORPORATIVO
Autor: Bordados Artísticos en Oro "Nuestra Señora de las Mercedes". Coria del Río (Sevilla).
Fecha: 1999
Esta insignia, conocida popularmente como “bacalao”, por su característica forma, es la encargada de representar a la Hermandad en los actos que celebre la cofradía o a los que esta acuda. Realizado en 1999, sustituye al anterior de comienzos del siglo XX y realizado por Dolores Cabrera en bordados de aplicación.
Realizado en hilo de oro fino sobre terciopelo negro, acoge en su centro el escudo de la corporación. Rodeando el mismo y extendiéndose por toda la superficie, aparece un bello diseño vegetal. En su parte baja, es recogido con un cordón de oro con borlas. Se remata con flecos de canutillo de oro.
La obra aparece sostenida por una vara de metal plateado rematada por cruz.
SENATUS
Autor: Dolores Cabrera (bordado) y Orfebrería Villarreal (asta).
Fecha: Principios del siglo XX (paño) y 2006 (asta).
Esta insignia, que no tiene un origen religioso, suele aparecer la primera en los tramos del Cristo en las cofradías. Era la insignia que abría el cortejo de las milicias romanas y de ahí que se usara también en las centurias que comenzaron a sacar a la calle las cofradías de penitencia escoltando el paso de Nuestro Señor Jesucristo.
Nuestro senatus tiene su origen allá por el siglo XVIII, cuando nuestra hermandad sacaba a la calle su propia centuria de armaos, la cual estuvo en uso hasta mediados del siglo XX. Esta insignia de muy sencilla traza se compone por un asta de alpaca plateada, realizada en los talleres de orfebrería Villarreal en 2006, de la cual pende el paño con el lema de la insignia. El asta se remata por una cartela rectangular, sobre la que aparece un águila rodeada de dos ramas de laurel.
En cuanto al bordado, proviene de principios del siglo XX y está realizado por Dolores Cabrera. De muy sencillo diseño, el tejido base es terciopelo granate, de corte rectilíneo en su parte superior y lobulado en la inferior, rematado por fleco de hilo de oro. En hilo de oro se realiza el bordado, muy interesante, para el emblema romano mediante el entrelazo de tallos vegetales. Estos forman las iniciales de Senatus PopulusQue Romanus (el pueblo y el senado de Roma), es decir, SPQR. Bajo estas iniciales, hay tres ramilletes floridos bordados. La insignia se remata en los extremos por dos cordones con pequeñas borlas.
BOCINAS
Autor: Dolores Cabrera y Benjamín Pérez (bordados) y Seco Velasco (orfebrería)
Fecha: Principios del siglo XX y 1994 (bordados). Mediados del s. XX (orfebrería)
Estos elementos sonoros, eran usados en origen para anunciar el caminar del cortejo procesional con sonidos sordos y lastimeros. Hoy quedan como una reminiscencia de tiempos pasados.
Nuestra hermandad posee cuatro bocinas, repartiéndose dos en el cortejo del Cristo y dos en la Virgen, siempre delante de los pasos procesionales. Realizadas en metal plateado por el reconocido orfebre Seco Velasco, tienen la superficie completamente labrada, destacando los cuatro pequeños querubines que aparecen rodeando las boquillas de cada una. De cada una pende un paño de terciopelo, negro en el Cristo y rojo en la Virgen En el terciopelo negro (bordadas a principios del siglo pasado por Dolores Cabrera) aparece una decoración vegetal, muy estilizada, rodeando dos cartelas con el anagrama mariano y el Santo Sepulcro, cuyo eje es una cruz de Santiago rematada por corona real. Las de terciopelo rojo (bordadas en oro sobre por Benjamín Pérez en 1994) acogen también una decoración parecida, salvo que aquí se sustituye la cartela con el Santo Sepulcro por un escudo real. Ambos paños aparecen rematados por hilos de canutillo de oro.
CIRIALES
Autor: Taller de orfebrería “Santa Ana” de Coria del Río.
Fecha: Año 2002.
Ciriales de metal plateados, cuatro para la presidencia del paso de Cristo y otros cuatro para el paso de palio según el dibujo presentado; 4 de ellos con los angelitos dorados y los otros 4 en marfilina; también se realizaron 2 pértigas para el conjunto de ciriales. Fueron donados por los hermanos: Manuel Chaves y Rosa Luque.
TEXTOS: Juan Prieto Gordillo
Profesor de la Universidad de Huelva
Historiador de la Hermandad