Con la recién estrenada Cuaresma, la Hermandad de Santiago inicia sus cultos en honor de Nuestra Señora de la Soledad que, vestida de hebrea, el jueves 15 de febrero fue trasladada en andas por las naves del templo tras la misa de 19:30h, como es tradición, desde su capilla sacramental hasta el altar mayor, mientras se producía el rezo de la Corona Dolorosa.
Así, entre el lunes 19 y domingo 25 de febrero se celebró el Solemne Septenario Doloroso en su honor ante el altar efímero instalado en el presbiterio de la iglesia de Santiago, comenzando todos los días a las 19:30h (excepto el día 25 que comenzó a las 11:30h), con el siguiente orden: Rezo del Santo Rosario, Letanías de la Virgen Dolorosa, Ejercicio del Septenario, Eucaristía y Salutación. Ocupó la Sagrada Cátedra el Rvdo. P. Fray Francisco Ángel Fernández Melero, O.F.M.
En todos estos cultos intervino musicalmente el Coro Litúrgico “Nuestra Señora de la Soledad”, dirigido por N.H.D. Víctor López López.
Paralelamente y durante el Septenario, se celebraron los siguientes cultos y actos:
El martes día 20, a la finalización de la Santa Misa, le fue entregado el Premio Solidario de la Obra Social “Nuestra Señora de la Soledad” a la Fundación El Gancho Infantil.
El miércoles 21, igualmente tras la celebración del Septenario, se procedió a la entrega de las pastas del pregón de nuestra Hermandad a N.H.D. José Rodríguez Polvillo y a la presentación del cartel anunciador del mismo con una fotografía de N.H.D. Israel Adorna Cabrera.
El jueves 22 de febrero, comenzando a las 19:00h., se celebró Exposición Mayor de S.D.M. y acto penitencial.
El sábado día 24, tras la Misa, se llevó a cabo el XIX Pregón Joven a cargo de N.H.Dña María del Valle Santos Real.
Por último, el domingo 25 de febrero, último día del Solemne Septenario, se llevó a cabo el acto de recibimiento de nuevos hermanos menores de 14 y posteriormente se tomó juramento a los nuevos hermanos mayores de 14 años y a los que hayan alcanzado dicha edad, culminando estos cultos con la procesión claustral de S.D.M., bendición sacramental y reserva solemne.
Cabe destacar como de costumbre el buen hacer del cuerpo de acólitos durante este solemne culto y el bello exorno del altar instalado por la priostía.
Bajo el dosel de nuestra corporación, la imagen de la Virgen de la Soledad lucía saya azul y manto rojo bordado en oro, prendas donadas por N.H.D. Manuel Porrúa Casas.
En sus manos, pañuelo y corona de espinas, algunas joyas en su pecho y puñal de pedrería. Sobre sus sienes portaba la corona de plata.
A gran altura y con gran cantidad de cera blanca, el altar quedaba escoltado en los arcos laterales con cuatro lámparas de araña y dos pequeños altares con sacras y las tallas del sagrario que representan a los santos franciscanos Diego de Alcalá y Pedro de Alcántara, todo ello exornado floralmente con seis jarras y un centro a los pies de la imagen, de flores de variadas especies y tonalidad blanca.
TEXTO Y FOTO: Manuel Pablo Rodríguez Rodríguez.