Tamaño letra:

Tras el tercer día de las centenarias Jornaditas, y ante un templo parroquial santiaguista lleno para la ocasión, el Coro de Campanilleros ‘Nuestra Señora de la Soledad’ ofreció este lunes, 18 de diciembre, un completo concierto de sus tradicionales coplas, que hunden sus raíces al menos en el siglo XVIII.

En esta ocasión, las coplas interpretadas fueron ‘El Rebaño’, ‘La Anunciación’, ‘Es María la nave de gracia’, 'En la cima del monte Calvario', ‘Los Quejíos’, 'La Virgen va caminando', ‘Madre en la puerta hay un niño’ y 'La Virgen lleva un clavel’, todas ellas respondidas con una gran ovación por parte del público asistente. Durante el concierto, Enrique Díaz Oliver dio lectura a diversos textos en torno a la trayectoria y las próximas actuaciones del coro.

Además, se entregó, a modo de distinción y reconocimiento, el “cántaro de honor”, que esta ocasión recayó en dos instituciones. De una parte, la Archicofradía de las Siete Palabras con motivo del centenario de la marcha 'Pasan los campanilleros', tan vinculada tanto a la hermandad de la capital hispalense como a la corporación santiaguista de Castilleja de la Cuesta. Recibió el galardón su hermano mayor, D. Eduardo J. Sánchez Araujo.

El segundo “cántaro de honor” fue para el Coro Litúrgico 'Nuestra Señora de la Soledad', en reconocimiento a su impagable labor solemnizando con sus sones los diferentes cultos de la Hermandad. En este caso, sus componentes Prudencia Polvillo y Mercedes Tovar fueron las encargadas de recibir el galardón.