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El pasado sábado, 18 de marzo, víspera del cuarto domingo de cuaresma o Domingo de Laetare, tenía lugar en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol la XXXIV edición del pregón decano de nuestra localidad, que corrió a cargo de N.H.D. Leopoldo Rodríguez Alcántara.

Con la excelente interpretación de las marchas ‘Ave María’ y ‘Refúgiame’ a cargo de nuestra querida Banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de los Remedios comenzó el acto. También sonarían durante el pregón ‘Jesús de los Arrieros’ y ‘Soledad, Rosa de Castilleja’.

N.H.D. Manuel Polvillo Luque presentó con orgullo este acto tan señalado en la cuaresma alixeña y que sirve de antesala a la Función Principal de Instituto de nuestra Hermandad.

Seguidamente, el pregonero fue presentado por N.H.Dña Carmen Rodríguez Tovar, que combinó los vínculos familiares con los devocionales en unas bellas palabras, pues ambos comparten una devoción inmensa por nuestros titulares. También señaló que López Farfan escuchó a su abuelo, bisabuelo de Leopoldo, en el coro de Campanilleros y se inspiró para componer 'Pasan los campanilleros'.

Tras dicha intervención, era el turno del trigésimo cuarto pregonero de la hermandad, que comenzó alabando la belleza de nuestra Madre y lo que significa para él la Virgen de la Soledad:

En mi corazón estás, en mi vida y en mis sueños, eres mi delirio y mi verdad, eres la Reina de los placeños, mi Virgen de la Soledad...

Eres semblante bendito que a mis recuerdos abrazas y hasta tu nombre es bonito, la señora de la Plaza…

Gracias, Madre, por tu Amor,

y por este honor postrero,

vuelvo a traerte una flor a tu palio costalero,

un verso y una oración,

de tu Plaza un te quiero,

junto al cariño mayor

de aquel niño que soñó,

ser siempre tu pregonero.

Leopoldo, que pertenece a la corporación desde sus primeros años de vida, ha sido acólito, monaguillo, músico, campanillero y ahora, goza de la suerte de pregonar las grandezas de ser de la Plaza.

Dedicó unas emotivas palabras al Señor de los Remedios a medida que iba deshojando las hojas de la cuaresma placeña, anunciando un ansiado Viernes Santo:

Cristo nace, vive, muere y resucita en la Plaza, Él nos ama, abran paso placeños, que ya es la hora, déjenme llevarles por esos recovecos andando por encima del tiempo, por este recorrido caótico por bocacalles, bullas y cangrejeos de mis recuerdos, y vengan conmigo por los callejones de mis venas a buscar la verdad definitiva.

Siguió desvelando los misterios de su cara y alabando la inconmensurable belleza de la que el reitera como la Virgen de Castilleja:

Que para poder mirarla a la cara no he encontrado ninguna como la de mi Virgen Santa, Soledad de hermosura, qué misterio hay en tu cara, si es que hay luz, hay agua, hay cruz y hay Castilleja mariana, cara de tradición que al terminar el Jueves Santo sales a Castilleja pasando siempre por tu arco, Virgen de la Soledad de todas las Soledades con tu cara de hermosura, como ya dijo el poeta, que “como Tú, ninguna”.

Hizo alusión a distintas fechas y efemérides señaladas para todos como la imposición del fajín de capitán general, su coronación canónica o las salidas procesionales bajo palio y como Divina Pastora:

Madre de la Soledad y Soberana de Esperanza, que va conquistando almas por donde quiera que pasa, con el aura de su palio de atracción a su belleza, por eso a Ti, Soledad, tallada en jardín de brisa, con las gubias celestiales del dolor y la sonrisa, te hicieron Capitana del ejército del Aire y Emperadora de las legiones divinas, te coronaron de estrellas, te proclamaron bendita y alabada y te bajaron los ángeles para dejarte en la Plaza, que la lengua no se cansa de pregonar tu belleza.

A medida que iban pasando las páginas, todos los presentes pudieron testimoniar la profusa devoción por los titulares de la Hermandad de la Plaza, terminando sus versos con un agradecimiento a sus padres por haberle inculcado esa herencia que con tanta dicha pregona:

Vengo a vestirme, mamá, vísteme de placeño y ponme las mejores galas. Gracias te doy desde pequeño por inculcarme junto a mi padre lo grande que es ser de la Plaza y querer a nuestra madre, limpia tu llanto, mamá, y deja tus rezos, plegarias y alabanzas porque ya se cumplió tu sueño, que tu hijo único y más pequeño, ¡LE PREGONARA A LA PLAZA!

Al finalizar el pregón sonó ‘Soledad, Rosa de Castilleja’ y se hizo entrega de unos cuadros conmemorativos al pregonero y su presentadora, poniendo el broche final a una nueva edición del pregón decano de Castilleja de la Cuesta.

Esperamos que vengan décadas cargadas de emocionantes pregones que sirvan para poner en el atril ese amor a nuestra hermandad que llevamos dentro.

 

FOTO: Rafael Tovar Villadiego.