En Castilleja de la Cuesta, el 'Domingo de Laetare' está asociado indisolublemente a Nuestra Señora de la Soledad. Se trata, sin duda, de uno de los días más especiales del año para todos los hermanos de la Sacramental de Santiago Apóstol, una cita con los recuerdos, las emociones y las vivencias presididas siempre por la mirada serena de María Santísima.
Así, el Devoto Besamanos a Nuestra Señora de la Soledad comenzó en la tarde del sábado día 26, tras lo que tuvo lugar el XXXIII Pregón de la Hermandad, a cargo de N.H.D. Manuel Polvillo Luque.
Ya el domingo 27, Fiesta Principal de la Hermandad, la jornada comenzaba con la reapertura del Besamanos a las 10.30 horas, a lo que siguió a las 11:30 horas el bando anunciador por las calles de la localidad a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores 'Santísimo Cristo de los Remedios'.
Para la ocasión, en el presbiterio de la parroquial santiaguista se instaló un altar efímero para la veneración de Nuestra Señora de la Soledad, que una vez más fue el centro de todas las miradas. Dicho altar se componía de un dosel de terciopelo burdeos con los arbotantes de la Coronación y una bambalina cedida por la Hermandad de la Vera Cruz de Salteras. En el centro del dosel se colocó la cruz de guía de plata, escoltándola una pareja de ángeles con faroles de la vecina Hermandad Sacramental de Tomares. Iluminaban el altar unos faroles de entrevarales de la hermandad sevillana del Carmen Doloroso. Desde aquí, nuestro agradecimiento a dichas corporaciones por su generosidad.
En cuanto a la decoración floral, la componía, sobre las jarras del palio, una combinación en calas bicolor holandesas, alelíes rosas nacionales, flor de arroz y verdes varios.
Nuestra Señora de la Soledad se presentaba con el manto y la saya negra bordada en oro. La Santísima Virgen estrenaba diversos regalos como muestra de la devoción que le profesan todos sus devotos. Entre otros, fueron los siguientes: encaje de hilo de oro donado por Elvira Mejías Navarro y Francisco Javier Tovar Florencio; un puñal de plata con pedrería, un broche de la Virgen de Gracia de Carmona del siglo XIX enriquecida con zafiros blancos (regalo de Manuel Porrúa Casas y realizado por joyería El Toisón); unos pendientes lagrimales de circonitas blancas engarzadas en plata de ley donado por Sheila Criado; y un fajín de estilo hebraico con diversos tipos de telas y bordados regalado por Gregorio Jesús Quesada Rubiano y confeccionado por Carmen Contreras.
Además, portaba la Medalla de Oro de la Villa de Castilleja de la Cuesta y el nombre de Soledad, entre otras pieza de joyería. Sobre sus sienes, lucía como nunca la corona 'Grandiosa' que labró Fernando Marmolejo.
A las 12.30 horas del domingo daba comienzo la Solemne Función Principal de Instituto, oficiada por el párroco y director espiritual de la Hermandad, D. José María Losada Lahera. Durante la Eucaristía, se procedió a la pública protestación de la Fe Católica por parte de los hermanos de la Hermandad, todo ello en una ceremonia que contó con la intervención musical del Coro Litúrgico 'Nuestra Señora de la Soledad'.
En el cercano Palacio los Siete Balcones (Casa de Salinas) tenía lugar seguidamente la Comida de Hermandad, continuando el Devoto Besamanos entre las 14.00 y las 19:30 horas, sin olvidar un nuevo bando anunciador vespertino a cargo en este caso de la Banda de Música de Dos Hermanas 'Santa Ana'.
Por parte del Grupo Joven, volvió a llevarse a cabo la iniciativa 'Un clavel, un beso', mediante la que los hermanos que lo desearon pudieron adquirir por un precio simbólico un clavel para depositarlo a las plantas de Nuestra Señora de la Soledad.
Como clausura y broche de oro a la semana, a las 19:30 horas tenía lugar en el templo parroquial de Santiago Apóstol el tradicional concierto de la Banda de Música de Dos Hermanas 'Santa Ana', una cita en la que se estrenó la adaptación a marcha procesional de la Salve 'Soledad Divina', de N.H.D. Francisco Rosales Oliver.
Terminaba así una de las fechas más señaladas en el calendario de Cuaresma para nuestra Hermandad, una jornada llena de vivencias en torno a Nuestra Señora de la Soledad.
FOTOS: Antonio Jesús Sánchez Guerra y Manuel Pablo Rodríguez.