El pasado viernes 20 de marzo se celebró en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol el XI Pregón Joven. Este consolidado acto de nuestra cuaresma ha sido protagonizado en esta edición por Juan Pablo Pozo Cantero, quien eligió como presentador al pregonero del año anterior, N.H.D. Francisco Javier Sánchez Guerra.
Las principales novedades de este acto se encontraban tanto en el día de celebración como en la escena representada en el altar. Hasta el año pasado el Pregón Joven se venía celebrando el sábado previo al cuarto domingo de cuaresma, ese en el que Nuestra Señora de la Soledad se encuentra en besamanos presidiendo el altar mayor de nuestro templo.
En esta ocasión la celebración ha sido el viernes siguiente de esa fecha tan marcada, coincidiendo con el segundo día del Triduo al Santísimo Cristo de los Remedios.
Ante la imagen de nuestro bendito titular en su urna, Juan Pablo, con voz profunda y segura, se dispuso a recitar un pregón plagado de poesías. Comenzó con unos versos hermosos dedicados a la figura del Santísimo Cristo, jugando con su advocación:
Castilleja en sus entrañas
Y entre arcos, su espadaña
Donde nos vela dormido
Remedios que siempre has sido,
Perfil de Dios en tu casa,
Donde el tiempo se traspasa
Y la vida se hace vida
Pues la muerte fue vencida
Por tu Remedio en la Plaza.
Después del preceptivo saludo a las autoridades y a los invitados, es de resaltar el hecho de que Juan Pablo apartara por un momento la vista de su pregón y se girara para improvisar unas palabras de agradecimiento hacia su amigo y presentador.
Seguidamente, y para hacer cómplices de su pregón a todos los presentes, nos hizo ver que de una manera u otra somos costaleros de la Virgen de la Soledad:
Coged vuestras alpargatas,
Enfajaros compañeros,
Que todos sois costaleros
Bajo su palio de plata.
El pregón se desarrolla con una sucesión de referencias hacia nuestros benditos titulares. Tanto el Viernes Santo como el Domingo de Resurrección quedan perfectamente retratados, pero no faltan las citas sobre las Jornaditas, la festividad de Santiago o la Candelaria.
Para culminar el pregonero nos recita unos versos en los que ensalza la grandeza de la Virgen de la Soledad:
Vienes como sabes venir,
Radiante y siempre galana,
Subiendo calle Convento
Cuando el Viernes Santo acaba,
Cuando la luz ya se pierde
Cuando el tiempo ya se marcha,
Caminando hasta el arco,
Donde el tiempo ya se para,
Donde tu gente te espera,
Donde Madre te proclamas,
Reina del Viernes Santo, de
Castilleja y sus entrañas.
Con el “He dicho”, todo el mundo entiende que ha terminado, el público se pone en pie y aplaude por el trabajo bien hecho. El pregón ha gustado mucho y todos están satisfechos, pero cuando vuelve el silencio, una voz femenina irrumpe por megafonía con nuevos versos:
Pero, cuando parezca marchar,
Cuando ya el sueño de Viernes Santo
Se marchite entre besos y llanto,
Una luz nos dirá: “hay que soñar”.
Y a esta voz responde el pregonero con otros versos que continúan en el mismo sentido:
Os llamo ahora a soñar con emoción,
Sueñen ahora con Soledad
¿Lo notan? Fe, amor y devoción.
Os llamo a soñar con corazón,
Sueñen ahora con Soledad
El día de su coronación.
[…]
Sueñen, placeños, sueñen
Con su perfecta semblanza,
Sueñen con Ella que lleva
Alegría en su mirada,
Sueñen, placeños, sueñen,
Con la Reina Soberana,
Sueñen con el momento que
Repicando campanas, se
Anuncie que en Castilleja,
Soledad es Coronada.
La sorpresa, unida a la evocación del momento, sobrecoge a todos los presentes, que cuando quieren darse cuenta se encuentran de pie volviendo a aplaudir el maravilloso final del XI Pregón Joven de nuestra Hermandad.