Una de las piezas más emblemáticas de la platería religiosa de la provincia de Sevilla, la corona de Nuestra Señora de la Soledad, titular de la Hermandad Sacramental de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta, cumple 80 años.
Diseñada por el maestro Juan Oliver Míguez entre 1942-1943, fue labrada un año después por el orfebre Fernando Marmolejo Camargo en su taller de la calle Ortiz de Zúñiga de Sevilla, Nº 14 ,en plata sobredorada en su mayor parte, excepto algunas cartelas que son de plata en su color.
Ya en su momento, la obra causó los elogios de la prensa local, destacando el artículo publicado en El Correo de Andalucía, justo un mes antes de la imposición de la corona a la Santísima Virgen, el 2 de abril de 1944. De cara a sus hermanos, siempre ha sido motivo de orgullo el hablar de su corona, la que donaron en los años de posguerra, siendo desde entonces la corona de la Virgen de Castilleja, la que siempre ha lucido en su salida procesional del Viernes Santo, en su anual besamanos de Cuaresma y en otros hechos extraordinarios como fue su Coronación Canónica el 18 de junio de 2016, siendo restaurada para la ocasión por Manuel Valera.
Para conocer los pasos previos a su realización, debemos remitirnos a la documentación donada por la familia del que fuese hermano mayor, don Francisco Rodríguez Vega (1953-55), al archivo de la corporación santiaguista el pasado año 2023.
Sería durante el mandato del hermano mayor don José Negrón Tovar (1938-44),y tras la referida donación para realizar la corona de Nuestra Señora de la Soledad, cuando Joaquín Rodríguez Caro, quien hubo ostentado dicho cargo (1928-34), se pondría en contacto con una de sus amistades, el Teniente militar don Hermógenes Hernández Gutiérrez, residente por aquellos años en la calle San Gregorio nº 22 de Sevilla, para dar inicio a la citada obra de platería.
Tras la referida donación, se iniciaría el proceso para su valoración en lingotes de plata y su posterior laminación para dar comienzo a la obra. La entrega de los lingotes en la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE METALES PRECIOSOS, S.A. (Antiguos establecimientos Marret, Bonnis, Figueroa y Compañía) sita en la Avenida Mistral, nº 6, de Barcelona, fue efectuada por Hermógenes Hernández el día 8 de enero de 1942.
Dicho acto quedaría corroborado casi dos meses después, el día 27 de febrero del citado año, en un giro remitido a don Hermógenes desde la compañía catalana en la que se le comunicaba lo siguiente:
“Muy señor nuestro: Nos referimos a los lingotes de plata que nos entregó el día 8 de enero pasado en la que nos indicaba que las chapas las quería a la ley que resultaran de los lingotes tal como están.
Como quiera que nuestra fábrica de Barcelona nos comunica que estos lingotes han de ser previamente afinados le rogamos que nos indique como desea las chapas encargadas, o sea, qué forma ha de dársela a la plata que le enviemos o bien preguntárselo al taller en donde le han de confeccionar el trabajo.
Pendientes de sus gratas noticias, nos es grato y reiteramos de Usted. Atentamente…”
Días después, el 16 de marzo, la Sociedad Española de Metales Preciosos, S.A, remitía un nuevo giro al militar, en la que se confirmaba el envío:
“Barcelona, Sociedad Española de Metales Preciosos, S. A. Avda. Mistral nº 6.
Declaro bajo juramento, ante la delegación de Industria de esta plaza, que envío por F.C.G.V, para su entrega al destinatario que se indica, las piezas siguientes:
Número de piezas: 1 s/.Contenido: lámina 8/10 Ley: 900
Procedente de la transformación de lingotes plata a D. Hermógenes Hernández de Sevilla, declaración visada por la Delegación de Industria de Madrid.
Destinatario: D. Hermógenes Hernández.
Diligencia de la Delegación de Industria. Revisado y Conforme. Barcelona, 16 de marzo de 1942”.
Finalmente fueron un total de 4 lingotes, cuyo peso total ascendió a 4 kilos, 232 gramos y 900 milésimas, tal y como quedaría reflejado en un giro postal encabezado así: “GUÍA PARA LA CIRCULACIÓN DE PLATA EN PASTA”, 20 de marzo de 1942:
“Muy señor nuestro: Nos complace comunicarle nuestro envío de hoy a su consignación, de los géneros que se ha servido encargar a la Sucursal de Madrid y que al final detallamos. Adjuntamos documentación correspondiente y le rogamos espere factura que le será dirigida por la citada sucursal. Confiando en que la expedición llegue a esa de conformidad a sus deseos...”.
Días después, el 23 de marzo, se ratificaba le entrega de las referidas láminas de plata a través de la sucursal de Madrid, tal y como se recogió en la notificación siguiente:
“SOCIEDAD ESPAÑOLA DE METALES PRECIOSOS, S. A. Antiguos establecimientos MARRET,BONNIS, FIGUEROA Y COMPAÑÍA. SUCURSAL DE MADRID. Paseo del Prado, 16.
Madrid, 23 de marzo de 1942. Sr. Hermógenes Hernández, Sevilla. Muy señor nuestro: Por la presente tenemos el gusto de anunciarle la expedición de su pedido por servido desde la fábrica de Barcelona del 20 del actual. Pasamos al débito de su cuenta 167 pesetas 40 céntimos, importe de dicho envío, según factura detallada a continuación:
Género: Una laminación de 752 gramos de lingotes de plata 25 pesetas. Total 129 pesetas.
Gramos. 4.232 gramos de plata 900/000 en chapas de 8/10, 40 x 60
Rogamos nos envíe este importe por giro postal”.
A partir de entonces, y tras recibir las referidas láminas, le tocaría el turno a su creador, el maestro platero Fernando Marmolejo Camargo, recibiéndolas en su taller de la calle Ortiz de Zúñiga de Sevilla. Conocida como "La Grandiosa", está realizada en plata sobredorada, siendo el estilo imperante en su diseño el renacentista.
Respecto a su descripción, en la base circular (lo que viene siendo realmente la corona) se ubica un sogueado que soporta un friso donde se intercalan parejas de flores con cabezas de querubines. Sobre esta pieza se despliega un amplio canasto circular calado, decorado con columnillas salomónicas que enmarcan cartelas de plata con los cuatro evangelistas, dos en cada frente con los tetramorfos. Entre los evangelistas, las restantes caras que faltan contienen estos emblemas: en el frontal aparece el emblema de la Soledad (cruz vacía con el sudario y la corona de espinas); en el lado izquierdo, el escudo pontificio; en el trasero, el corazón con los siete puñales y en el lado derecho, el escudo de España. Aparecen otras cartelas con diversos emblemas, entre ellos el de la Soledad de María (cruz vacía con el sudario y la corona de espinas). Rematando el canasto hay seis angelitos, exentos y de plata en su color, que otorgan un bello movimiento a la pieza. De aquí parten los imperiales que se unen en el centro, soportando un templete cúbico que acoge la imagen sedente, también en plata en su color, de Santiago Apóstol. Sobre este, un pequeño globo terráqueo rematado en una cruz, adornada de zafiros blancos y un rubí en el centro.
La ráfaga, de gran tamaño, está formada por una serie de grupos de rayos que apoyan en una ancha banda decorativa. Los grupos de rayos combinan rayos plisados y bellos rayos flamígeros. En la base de cada grupo hay una escena de la Pasión de Cristo, en plata en su color. En total hay doce escenas. Estas cartelas, de forma oval, acogen escenas de la vida y pasión de Cristo, conteniendo cada una de ellas una media de tres figuras, lo cual demuestra la maestría del orfebre a la hora de trabajar un detalle tan minucioso como este. En el lado izquierdo de la ráfaga, de abajo hacia arriba aparecen las siguientes escenas: Jesús ayudado por el Cirineo, Jesús camino del Calvario se encuentra con las mujeres de Jerusalén, Jesús es despojado de sus vestiduras, Jesús traicionado por Judas, la Oración en el Huerto y la Última Cena. En el lado derecho e igualmente de forma ascendente nos encontramos con la Exaltación de Cristo Crucificado, el Calvario, el Descendimiento, la Piedad, el Entierro de Cristo y, por último, la Resurrección.
Actualmente, la corona conserva diez estrellas, cada una con un zafiro blanco en su centro pero, primitivamente, eran veinte estrellas. Las diez estrellas mayores se suprimen en la reforma que el propio Marmolejo realiza a la corona en 1966, ya que el excesivo peso de la misma estaba dañando el cuello de la imagen.
Nuestra Señora de la Soledad fue coronada litúrgicamente, durante el mandato del citado José Negrón, en Solemne Función realizada el Domingo de Ramos 2 de abril de 1944, en la Iglesia Parroquial Matriz de Santiago por el párroco Juan Ruiz Picón, atribuyéndosele a éste ultimo su bautismo como “Grandiosa”, durante el citado acto. Como nota curiosa, cabe reseñar que la presea, ante la inexistencia por aquellos años de una casa de hermandad donde custodiarla, estuvo expuesta durante el mes de marzo previo a su imposición en la casa de Manuel Tovar, conocido por todos sus vecinos como “Manuel del Arco”.
Juan Prieto Gordillo
Historiador de la Hermandad Sacramental de Santiago