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La memoria y la más honda tradición se hacen presente cada cierto tiempo para traernos recuerdos imborrables, algunos ya casi desvanecidos. Todo vuelve a su lugar y en esta ocasión fue la Virgen de la Soledad, que con cayado en mano, pastoreó al pueblo de Castilleja con una belleza inigualable.

El pueblo sabía que algo especial iba a ocurrir este 25 de julio, y es que tras 18 años, la Virgen de la Soledad como Divina Pastora de las Almas volvía a salir en procesión, pero en esta ocasión acompañando al Apóstol Santiago en la tarde del 25 de julio, algo que no ocurría desde la década de 1960.

Tras una exitosa Velá, celebrada entre los días 19 y 23 de julio, con las calles engalanadas, llegó el día 24 de julio, víspera de la Solemnidad del Apóstol. A las 23:00 h., desde la iglesia parroquial santiaguista, salió la Vuelta como anuncio de la llegada del día del Santo Patrón de la villa, con el acompañamiento de la Banda de Música Juvenil de Dos Hermanas “Santa Ana”.

25 de julio

A la media noche, ya día 25, la Solemnidad del Glorioso patrón de España y de Castilleja de la Cuesta fue recibida con repique de campanas y el estallido de cohetes y fuegos artificiales. A continuación, salió el Santo Rosario que, presidido por el Simpecado de Nuestra Señora de la Soledad, siguió el itinerario siguiente: Plaza de Santiago, Lepanto, Enmedio, Manuel García Junco, Real, Convento y Plaza de Santiago. Acompañaron musicalmente, como es tradición, el Coro de Campanilleros “Nuestra Señora de la Soledad”, el Coro Litúrgico de la Hermandad y la Banda de Música antes mencionada. Culminó el mismo a las 2:00 h. con la entrada del Simpecado de nuevo en la iglesia y el canto del Himno a la Virgen.

Durante la calurosa mañana, el templo permaneció abierto en horario de 10:30 a 13:30 h. para que los fieles y devotos pudieran contemplar al Santo Patrón y a Nuestra Señora de la Soledad en sus pasos procesionales.

Además, de 11:00 a 12:00 h. la Unidad de Música del Ejército del Aire Acar Tablada ofreció un Bando-Pasacalles con motivo de la Solemnidad de Santiago Apóstol y ya por la tarde, a las 19:30 h. se celebró en la parroquial santiaguista la Solemne Función Principal en honor al Patrón, estando presidida por el Rvdo. P. D. José María Losada Lahera, Vicario Judicial de la Archidiócesis de Sevilla, párroco de la feligresía y director espiritual de la Hermandad. En la misma intervino el Coro Litúrgico y se procedió al Juramento de Reglas y nombramiento de Hermano Mayor Honorario del General de División y Director de Enseñanza del Mando del Personal del Ejército del Aire y del Espacio, D. Javier Hernández Antuña. Igualmente, el Hermano Mayor hizo entrega de un recuerdo al párroco D. José María Losada Lahera por estos cuatro años al frente de la Parroquia, con buenos deseos para su nuevo destino.

Tras la Solemne Función, a partir de las 21:00 h. dio comienzo la triunfal procesión de Santiago y la Virgen de la Soledad. El cortejo se inició con la cruz de madera dorada y espejos, cuerpo de acólitos con ciriales y el paso del Patrón que lucía espléndido sobre el paso cedido por la Hermandad de los Dolores de Torreblanca (Sevilla). Acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores “Santísimo Cristo de los Remedios”, salió entre los aplausos, repique de campanas y el estruendo de numerosos cohetes. El paso iba exornado con claveles rojos y solidago.

La procesión discurrió por el siguiente itinerario: Plaza de Santiago, Lepanto, Enmedio, Manuel García Junco, Real, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Enmedio, 28 de febrero, Príncipe de Asturias, Alegría, Convento y Plaza de Santiago.

Tras el paso de Santiago se situaron las siguientes hermandades invitadas que asistieron en representación a la Función y formaron con sus insignias y varas en la comitiva hasta la iglesia de la Inmaculada Concepción: Dolores de Torreblanca, Soledad de Albaida del Aljarafe, Soledad de Salteras, Rosario de Carrión de los Céspedes, Divina Pastora de Capuchinos, Divina Pastora de Cantillana y Divina Pastora de Santa Marina, antecediendo al paso de la Santísima Virgen, el estandarte corporativo, presidencia y cuerpo de acólitos.

El paso de la Virgen de la Soledad lucía espléndido, siendo arropado todo el recorrido con numeroso público que quedaba sorprendido por la belleza de la Virgen. Se utilizó el paso de gloria, con candelabros cedidos por la Hermandad de la Candelaria, Madre de Dios, de Sevilla y se situó a modo de canastilla, donde se ubicó el monte de la Virgen, la parte baja de la carreta del Simpecado de la Hermandad. El árbol estaba compuesto por ramas de granado y esparraguera fina en el tronco, con pajarillos, alguno en su nido y campanillas que se estrenaron. Sobre el monte se ubicó la imagen de la Virgen, sedente, acompañada por una talla del siglo XVII del Niño Jesús perteneciente a la iglesia de Santiago, dos corderos cedidos por la Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina y el cetro y corona de la Virgen.

Nuestra Señora de la Soledad vestía saya color crema que se estrenaba, manto de salida rojo y cayado de plata restaurado al igual que el sombrero. Ceñía su cintura el fajín de Capitán General y estaba adornada con numerosas joyas que enriquecían su figura junto a los hermosos tirabuzones que enmarcaban su rostro.

El exorno floral, rico y variado, dispuesto por Añil, fue el siguiente: peonías, dalias, rosas, liatris, rosas de pitiminí, lisianthus, clavel antigua, manzanilla, allium, senecio, romero, lentisco, filodendro, eucalipto, helecho de coral, calas y celosía.

La procesión discurrió de manera triunfal por unas calles exornadas, donde los vecinos esperaban impacientes ver a ambas imágenes tal y como hacía décadas que no ocurría. Desde un balcón de la Plaza se cantaron a la Virgen unas sevillanas por parte de los hermanos Chaves Rodríguez. Tras una vistosa petalada en la confluencia de la calle Lepanto, N.H.D. Francisco Rosales Oliver entonó junto a otros hermanos en la calle Enmedio su famosa plegaria “Soledad Divina”, mientras que N.H.D. Leopoldo Rodríguez Alcántara cantó desde un balcón de la misma calle unas sevillanas dedicadas a la Virgen. En la esquina de las calles Manuel García Junco y Real se le ofrendó a la Virgen una petalada y cohetes.

La Hermandad Sacramental de la Inmaculada recibió corporativamente al Santo Patrón y a la Virgen de la Soledad en su sede canónica, con el Simpecado y varas y el repique de campanas. Se ofrendaron sendos ramos de flores. Aquí se despidieron las representaciones.

Avanzando la procesión, se cantó a la Virgen por parte del coro flamenco en la calle Príncipe de Asturias y como de costumbre, la entrada en la Plaza por el arco de la calle Convento desató la alegría y los vítores a la Virgen con la marcha “Pasan los Campanilleros” y la explosión de fuegos artificiales.

La procesión finalmente terminó más tarde de lo inicialmente previsto. Santiago Apóstol entró en su templo a la 1:35 h., haciendo su entrada con el repique de campanas y el estallido de numerosos cohetes la Virgen de la Soledad media hora después, a las 2:05 h. Una vez dentro, la Banda de Dos Hermanas interpretó el himno de la Virgen y se dio de esta forma por finalizada esta histórica procesión que sin duda dejará un grato recuerdo en todos y marcará otro importante hito devocional en Castilleja.

TEXTO: Manuel Pablo Rodríguez.

FOTOS: Ángela Ramírez, José Manuel Barroso y José Enrique Romero.