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Este sábado, 12 de marzo, N.H.D. Ángel Fernández Moreno pronunciará el XVII Pregón Joven de nuestra Hermandad, una cita que tendrá lugar en el templo parroquial santiaguista a las 20.30 horas con la intervención musical de la Banda de Cornetas y Tambores 'Santísimo Cristo de los Remedios'. En vísperas de su pregón, hablamos con él.

Desde el pasado mes de septiembre eres el presidente del Grupo Joven de nuestra Hermandad. Háblanos de cómo estáis trabajando desde entonces y qué proyectos tenéis para el futuro.

Tengo que dar gracias a los que me apoyaron desde el primer momento y que van conmigo en todos los pasos que doy. El grupo joven va ampliándose poco a poco, contando ahora con grupo infantil, que era uno de los proyectos que se tenían en mente. Estamos inmersos en el proyecto de los faldones del paso de gloria del Domingo de Resurrección, aunque ideas no faltan para el futuro con este grupo joven de categoría.

¿Cuál es, a tu juicio, el papel que deben jugar los jóvenes en el seno de la Hermandad?

Considero que el papel de los jóvenes es el más importante dentro de la hermandad. De ellos depende el futuro, que todo siga en pie, y que enseñemos a los que vengan después algo tan grande como ser de La Plaza, sin olvidarnos que lo que nos mueve es la fe cristiana y el amor a nuestros titulares.

Explícanos brevemente tu trayectoria cofrade: tus inicios en La Plaza, ¿perteneces a alguna otra hermandad?, ¿has pronunciado algún pregón anteriormente?

Desde pequeño, soy de San Benito y de la Sacramental de Espartinas. También del Rocío de Espartinas. Siempre me he considerado muy cofrade, gracias a mi padre, y he recorrido muchos sitios. Con los años, siempre volví a Castilleja a buscarla a Ella, y como algunos dicen, Ella me eligió, pues desde entonces no he parado de buscarla y ojalá no lo haga nunca.

A pesar de tu juventud, has vivido ya momentos muy importantes junto a nuestra Hermandad. ¿Con cuál te quedas y por qué?

Me dicen muchos que soy muy intenso, cosa que no puedo negar. Quizás por eso, todo lo he vivido con mucha importancia, aunque sin duda me quedo con el 2 de febrero de 2020. La inmensa alegría de ese día no se borra de mi mente, y no solo tengo el recuerdo de aquella jornada radiante, sino que a día de hoy soy consciente de lo que supuso ese día en Castilleja, la última procesión, hasta un año y medio después, que se abriera la veda de nuevo, y en La Plaza.

¿Cuál fue tu primera reacción tras la designación como pregonero?

Unas risas tontas, sin saber lo que suponía. A medida que pasaron los minutos me arrepentía de lo que había hecho, aunque con los días fui convenciéndome de que, si lo tenía dentro, qué más daba abrir el corazón.

¿Qué ha sido lo más difícil y lo más fácil a la hora de escribir el pregón?

Lo más difícil ha sido abarcar la grandeza de mi hermandad en unos 45 minutos. Hay un año entero en el que siempre están presentes, 5 siglos de historia, una devoción muy extendida por toda la provincia, un señor querido por todo un pueblo, un patronazgo de 8 siglos y tantas cosas más, que no se pueden acotar en unas líneas. En cambio, hablar de Ellos ha sido lo más fácil, he abierto el corazón de par en par, como me gusta decir.

¿Por qué has elegido a Álvaro Valero como tu presentador?

El día que llegue, él estaba ahí. Hoy, años después, ahí sigue, y lo he elegido porque en estos años que han pasado, siempre ha estado a mi lado, y me ha enseñado su sentir placeño, y como quiere a su Señor de los Remedios, que pocos lo hacen igual.

Sin desvelar demasiado, ¿qué puedes avanzarnos de tu pregón?

He intentado reunir las claves de la hermandad de La Plaza, sin dejar nada atrás, pero como ya se sabía, es un pregón muy soleano, muy de Ella, y no me culpo, porque el corazón habla solo, y rebosa el amor a la Virgen de la Soledad por todos lados.

¿Por qué es importante que nadie se pierda este año el pregón joven de La Plaza?

Tras dos años sin Semana Santa con pasos en la calle, este año toca disfrutar la Cuaresma de principio a fin, y qué mejor forma que hacerlo en todos y cada uno de los actos de la hermandad. No será el mejor pregón, pero sí será una declaración de amor, que todos los que compartan el sentimiento conmigo, sentirán tanto mía como suya.