Tamaño letra:

GALERÍA GRÁFICA

Desde las 17:00 horas, como cada día, abrió sus puertas este miércoles 11 de noviembre el Centro de Mayores para comenzar las actividades con los diferentes talleres, pero esta tarde la actividad era mayor. Muchas personas, entre las que se encontraban los voluntarios y colaboradores, acudían a esperar la visita del señor arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo Pelegrina, que llegaría a las 18:00 horas para bendecir la sede de la Obra Social.

Con anterioridad, el hermano mayor, D. José Francisco Verdón Tovar, acompañado de su Junta de Gobierno y del párroco y director espiritual de la Hermandad Sacramental de Santiago Apóstol, D. Florentino Córcoles Calero, llegaron para supervisar todos los detalles del acto. Aunque los preparativos para la visita del señor arzobispo comenzaron días anteriores con la reunión conjunta de la Comisión con los voluntarios y el hermano mayor para organizar debidamente el acto y seguidamente con la colocación del azulejo conmemorativo.

A su llegada, y tras el saludo al presidente de la Diputación, D. Fernando Rodríguez Villalobos, a la señora alcaldesa de la localidad, Doña Carmen Herrera Coronil, y al hermano mayor, el arzobispo se dirigió junto con nuestro párroco a la puerta de entrada al Centro, donde encontraría la mesa debidamente preparada para la bendición. Tomó la palabra D. Florentino para agradecer su presencia al señor arzobispo y explicar la importancia de la labor de la Obra Social dedicada al acompañamiento de los mayores en sus domicilios y a la realización de diferentes talleres de envejecimiento activo en el Centro. Igualmente, D. Juan José Asenjo agradeció su presencia al señor presidente de la Diputación y a la señora alcaldesa por la cesión y adecuación del Centro de la Obra Social.

Tras la lectura de un pasaje evangélico, D. Juan José Asenjo dirigió unas palabras a la gran cantidad de personas congregadas para tan importante acto, haciendo hincapié en la preocupación cristiana de toda hermandad por ayudar a los más desfavorecidos, en servir a los mayores y en acompañar a los enfermos. Señaló que lo que diferencia una institución social de una Obra Social es que ésta realiza sus actividades desde el amor de Cristo, viendo en el necesitado el rostro de Cristo doliente, ya que el servicio y la caridad forman parte del deber cristiano. Felicitó a la Hermandad por ser sensible ante las necesidades de las personas mayores y a D. Florentino por haber animado a la Hermandad a llevar a cabo esta hermosísima iniciativa. Posteriormente, el señor arzobispo procedió a la bendición del Centro y descubrió el azulejo que, junto a la imagen de la Virgen y los escudos de la Hermandad Sacramental de Santiago Apóstol y de la Obra Social ‘Nuestra Señora de la Soledad’, constata la inauguración oficial del Centro de Mayores.

Seguidamente, el prelado se dirigió al gran retablo cerámico de la Virgen de la Soledad que se encuentra en la fachada lateral del edificio para su bendición. Allí dirigió unas palabras al hermano mayor, haciendo alusión a la importancia de la inminente Coronación Canónica y finalizó con la oración que él mismo escribió con motivo de la Coronación.

En todo momento, el señor arzobispo recibió el cariño de las numerosas personas presentes en el acto y estuvo acompañado, además de las autoridades y nuestro párroco, por miembros de la Comisión de la Obra Social, que le explicaron de manera pormenorizada las diferentes actividades que se vienen realizando.

Una vez dentro del Centro, visitó los salones, se detuvo en las imágenes que se proyectaban en la televisión de la merienda: conferencias, obras de teatro, reuniones de voluntarios y convivencias; actividades todas ellas desarrolladas hasta el momento por la Obra Social. También saludó a las personas mayores, que le contaron lo que suelen hacer en los talleres de memoria, de manualidades o de punto de encuentro. Para finalizar, el señor arzobispo -junto al presidente de la Diputación y la señora alcaldesa- entraron en el despacho para firmar en el Libro de Honor de la Hermandad y recibieron un marco con una foto de la Virgen de la Soledad como recuerdo de este emotivo y relevante acto para nuestra Corporación y su Obra Social.

La tarde culminó con una convivencia donde los presentes pudieron degustar un delicioso chocolate caliente con dulces, que fueron servidos por componentes del Grupo Joven, relevo inestimable para nuestra Hermandad.

Sin duda, otro acto organizado desde la sencillez y que brilló por la importancia del acontecimiento y de la gran cantidad de personas que arroparon con su presencia a la Hermandad y su Obra Social.

Que el Santísimo Cristo de los Remedios y Nuestra Madre de la Soledad nos iluminen para que la Obra Social ‘Nuestra Señora de la Soledad’ perdure en el tiempo en beneficio de todas las personas mayores que lo necesiten.